El presente cuento budista trata acerca del aporte de los retos en la vida, pues la narrativa de «El desafío» nos invita a ver que las situaciones o sucesos desafiantes también tienen un propósito que suma en nuestras vidas.
Entendiendo aquella perspectiva, nos podemos permitir hallar el balance correcto entre lo que anhelamos y lo que estamos logrando.
Sin más que añadir, ¡Vamos a leerlo!
El desafío: Cuento budista
Un viejo campesino tuvo una conversación con Dios, donde le dijo algo mortificado: «Dios, tú has creado el mundo, pero no eres un campesino y no conoces de agricultura. Es necesario que aprendas. Yo te puedo enseñar».
Entonces, Dios con un tono compasivo preguntó: ¿Cuál es tu consejo?
Rápidamente, el anciano propuso: «Dame un año y deja que las cosas se hagan como yo quiero, y veamos qué pasa. Estoy seguro que la pobreza y el hambre no existirán más».
Dios aceptó y le concedió su solicitud al viejo campesino.
Naturalmente, el anciano pidió lo mejor, y solo lo mejor. No tormentas, no ventarrones, ni peligros para el grano de trigo. Cuando quería sol, había sol; cuando quería lluvia, había tanta lluvia como hiciera falta. Ese año todo fue «perfecto» y el trigo creció altísimo. Por lo que, el anciano se sentía muy feliz; ya que para él la cosecha iba a ser más que buena.
Muy contento, el viejo campesino fue a ver a Dios, diciéndole: Mira, esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en diez años, aun así tendremos comida suficiente.
Ya veo – respondió Dios – Cierto, el trigo ha crecido mucho. Pero, ¿Te has asegurado de que los granos sean buenos?
Esas palabras hicieron pensar al campesino, quien entonces tomó un grano de trigo y lo abrió. ¡Estaba vacío!
¿Qué pasó, qué error hubo?, enseguida preguntó el campesino todo consternado.
Dios con mucha calma le respondió: Sin obstáculos, es imposible desarrollarse. Sin desafíos, sin tormentas, truenos o granizo, el trigo no se fortalece. Evitaste todo lo que representaba reto. Le pusiste todo muy fácil al trigo. Por eso, este creció vacío por dentro. Un poco de lucha es imprescindible para crecer, ¿Lo notas ahora?
El campesino entonces lo entendió todo.
Después de haber leído el cuento «El desafío», ¿Qué opinión te merecen las situaciones desafiantes sobre su importancia para la calidad de nuestro crecimiento? Te invito a dejar tu respuesta en la casilla de comentarios. Estaré encantada de conocer tu punto de vista.
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